En ningún caso la atención al cliente debe tomarse a la ligera, es una gran responsabilidad y más aún cuando se trata de la seguridad personal, del hogar o el negocio de la persona a quien se le presta el servicio de vigilancia.
La seguridad privada es mucho más que un vigilante alerta a lo que pueda suceder en los alrededores de un lugar, es también la protección, confianza y vinculación que este tiene con los clientes externos de la empresa. Y para que esto se cumpla exitosamente lo ideal es la preparación y la buena atención para con las personas a quienes se presta el servicio.
A continuación, mencionaremos 5 claves importantes para una impecable atención al cliente que permita la creación y sostenibilidad de una relación que perdure en el tiempo.
1. El buen trato: Toda persona gusta ser bien tratada, es indispensable que el guarda se sienta tomado en cuenta e informado de todo cuanto le concierne como empleado. Por otro lado, esto creará una cadena que llegará al cliente final, ya que el guarda dará lo mejor de sí en nombre de la empresa.
2. Atención inmediata: Los empleados de una empresa de seguridad deben ser escuchados en sus solicitudes y obtener una respuesta oportuna a las mismas. Ellos, a su vez, necesitarán hacer lo mismo con los clientes, quienes en cuanto a su seguridad siempre esperan soluciones rápidas y efectivas, así como respuestas a sus requerimientos, ya que se trata de la propia seguridad y la de sus familias o negocios.
3. Pasión por el servicio: A la hora de contratar personal de seguridad, es importante que estos sientan agrado al servir. Un vigilante tratará durante el día con gran número de personas que viven sus propias realidades cotidianas. En cuanto a la vocación de servir, todo es importante, desde el saludo, hasta la capacidad de respuesta efectiva.
4. Información oportuna: Todos los guardas deben conocer plenamente la misión, visión y sobre todo los valores de la empresa. Esto con el fin de que actúen y se planteen metas individuales acordes con los valores institucionales. Eso da coherencia en la vinculación entre empleados, supervisores y clientes finales. Recordemos que estas personas están en contacto permanente.
5. Cuidado en la apariencia personal: La imagen que debe transmitir un guarda es de seriedad, confianza y respetabilidad. Esto incluye desde el buen vestir, hasta el lenguaje corporal y facial que utiliza.